No es la primera vez que la ex primera dama de los Estados abre las puertas de su intimidad al público. En este caso lo ha hecho a través de un medio de comunicación español, donde ha insistido en el beneficio que la terapia de pareja ha supuesto para la buena marcha de su matrimonio. Estas confesiones se suman a las ya realizadas con motivo del lanzamiento de su autobiografía “Mi historia”, todo un éxito de ventas en el que contaba su experiencia con la reproducción asistida, que le ayudó a traer a sus hijas al mundo, y, sobre todo, su relación con el que fuera el primer presidente de color de los Estados Unidos. Para los Obama, esta intervención psicológica que trata de ayudar a las parejas supuso un antes y un después para la convivencia y les ayudó a mantener el control en una etapa vertiginosa de cambios, que coincidió con la victoria presidencial y su llegada a la Casa Blanca. Según explica la directora técnica de Clínicas Origen, los momentos de cambio son muy importantes para el devenir de las relaciones y suelen precisar de un tercero que les ayude a trenzar sus valores individuales y su concepción de la vida en común. Hablamos de la mudanza para comenzar a compartir piso, los cambios de trabajo, la maternidad/paternidad, la crianza de los hijos y las enfermedades de los padres, entre otras. En estos momentos de dificultad, el terapeuta de pareja ejerce un acompañamiento imparcial, ayudando a que se tome conciencia de que ciertas prácticas que se han instaurado requieren cambio para el bienestar de la pareja. Su participación tiene lugar en las sesiones, ya que, aclara Pilar Conde, serán los miembros de la pareja quienes deberán poner en práctica lo aprendido en su día a día, por lo que el compromiso por parte de ambas partes es clave. Ellas, como sucedió en el caso de Michelle y Barack, son quienes suelen dar el primer paso para acudir aun terapeuta. La razón es que, según Conde, la mujer es más proclive a la expresión de sus sentimientos y su papel, a la hora de solicitar ayuda está más validado que en el caso del hombre. En cuanto a los problemas más planteados en las sesiones de terapia, a los cambios de vida y/o rutinas hay que sumar la falta de comunicación o de confianza, así como la falta de dedicación al otro y la dificultad en la resolución de conflictos. Estos aspectos concretos se trabajan en terapia de pareja reforzando las siguientes áreas:
- Habilidades comunicacionales, técnicas asertivas
- Planificación de actividades agradables conjuntas
- Redistribución de responsabilidades
- Volver a poner el foco en los aspectos positivos del otro y volver a reforzarlo
La terapia de pareja, aclara Pilar Conde, no es un proceso exclusivo para quienes se encuentren en una relación problemática, sino para todos. Gracias a ella se puede prevenir el deterioro del compromiso sentimental mutuo. Para ello, la experta de Origen nos deja también los siguientes consejos:
- Sacar tiempo para realizar actividades agradables conjuntas entre ambos (también entre semana).
- Reservar unas horas para realizar actividades de manera individual y con nuestro entorno.
- Realizar verbalizaciones positivas hacia el otro, (sobre el físico, sobre acciones y sobre cualidades del otro).
- Realizar escucha activa, cuando la pareja nos esté contando algo mostrar interés genuino.
- Ante situaciones conflictivas, antes de ponerse a la defensiva, escuchar al otro antes de sacar Conclusiones. Así, ambas partes podrán expresar su punto de vista y llegar a acuerdos.
Por último, es importante que se explique, tal como lo ha hecho Michelle Obama, que la terapia de pareja no es “contra el otro”, sino en beneficio de la cada uno de los protagonistas de la relación. Muy importante también: ambos deben estar de acuerdo para acudir a un terapeuta. De lo contrario, puede que los esfuerzos sean inútiles.
